“ella nunca podría fijarse en mi” Eso pensaba antes, cuando la veía pasar camino a su casa y ella nos miraba raro porque andábamos en skate. Solo a veces saludaba al Daniel porque son vecinos, yo solo la miraba sin poder hacer nada. Hasta que un día ella empezó a saludarme y yo que iba a hacer, nada mas que un tímido hola y un ocasional beso en la cara. Todo cambio cuando en un carrete los tragos y el ambiente nos acercaron. Hablamos durante horas, en serio, y después de mucho rato cuando el carrete ya terminaba nos dimos un ‘besito’. Eso fue todo, pero no para lo que vendría después…
No hay comentarios:
Publicar un comentario